Panorama favorable para la industria del acero

De acuerdo con Octavio Rangel, director general de la Cámara de la Industria del Hierro y el Acero (Canacero), la industria siderúrgica en México no ha resentido aún los efectos de la desaceleración económica mundial. La producción de acero se mantiene estable y los mercados se mantienen dinámicos.

Señaló que “si hay una desaceleración y se empieza a sentir más, no vamos a conseguir esa meta”, refiriéndose a los 17.5 millones de toneladas que espera se produzcan al final de 2011, 4.7% más de lo obtenido en 2010. Al mes de junio se había alcanzado ya la mitad de esa cifra.
“Hasta ahora el escenario es estable”, dijo y agregó que “necesitaríamos tener más datos y ya podríamos ver si existe otra tendencia en el mercado”. Mencionó que de manifestarse alguna consecuencia importante no sería hasta el último trimestre del año cuando podrían sentirse sus efectos.
Sobre el consumo de acero en el país, indicó que las estimaciones son de 20.8 millones de toneladas, cantidad que representaría un aumento de 6% con respecto al año pasado. Agregó que sector siderúrgico no sufre del mismo modo la disminución de la demanda, pues en caso de no lograr colocar parte de su producción en el mercado siempre puede aumentar sus inventarios en espera de encontrar otras opciones de compra.
Una opción para la industria del acero es mantener firme la relación que tienen con los importadores de acero en los Estados Unidos y Canadá. De acuerdo con Raúl Gutiérrez Muguerza, presidente de Canacero, “cada año tenemos una mercado intra-TLCAN cercano a 20 millones de toneladas de acero. Estamos hablando de un intercambio de más de 20,000 millones de dólares”.
La forma de impulsar la competitividad del ramo en América del Norte es que se invierta en la construcción de infraestructura moderna y eficiente. Éstas medidas no sólo favorecerían a las economías de los tres países en su conjunto, sino en particular al propio sector industrial, ya que cerca del 70% del comercio del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se transporta por tierra, en camión o ferrocarril. Construir vías férreas o mejorar las ya existentes beneficiaría al traslade mercancías y los casi 3.5 millones de toneladas de acero que circulan anualmente por la zona.
En el mercado interno, el reto más importante que enfrenta la industria del acero es la elevada importación de productos manufacturados procedentes de China. Muchos miembros de las cámaras de comercio afectadas han manifestado su desacuerdo con la política del gobierno mexicano de permitir la entrada de estas mercancías con aranceles muy bajos o de plano a tasa cero.
El impacto de estas medidas, según sostienes los empresarios, se ve reflejado en la disminución de la demanda de manufacturas nacionales, con la consiguiente reducción de la movilidad de las materias básicas así como de las plazas de trabajo. Por consiguiente, toda la cadena productiva se ve menguada.

 

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