Uruguay: obligatorio el uso de desfibriladores en las empresas

En países como Uruguay, las empresas han tomado consciencia de la importancia de contar con desfibriladores en las instalaciones, así como de capacitar al personal en el uso de estos dispositivos para poder brindar una atención efectiva en los casos de accidentes provocados por enfermedades cardiovasculares, que suelen ser fatales cuando no se atienden a tiempo.

En los últimos años, los trastornos cardiovasculares han sido la causa principal de muerte tanto en Uruguay como en otros países del mundo. Muchas de las muertes ocasionadas por estos males pueden evitarse teniendo a la mano un aparato electrónico portátil conocido como Desfibrilador Automático Externo o DAE; estos aparatos ayudan a diagnosticar el estado cardiaco actual y comprobar si requiere de una descarga eléctrica para tratar el paro cardiorrespiratorio del paciente y restablecer un ritmo cardiaco normal. El acceso rápido al desfibrilador es un punto muy importante en el tratamiento de un paro cardiorrespiratorio pues por cada minuto que pasa entre el accidente cardiovascular y la desfibrilación hay 10% menos probabilidades de que el paciente sobreviva y, si sobrevive puede tener consecuencias físicas debido a la falta de oxigenación en el cerebro.

Es por lo anteriormente explicado, y con el objetivo de aplicar una correcta desfibrilación en un tiempo oportuno cuando se presentan casos de paros cardiacos, en Uruguay, por ley 18.360 y Decreto Reglamentario 330/009, se estableció en las instituciones el uso obligatorio de desfibriladores, así como la capacitación de por lo menos la mitad del personal en el uso de los mismos.

La iniciativa para el uso de desfibriladores no sólo es propia de Uruguay sino que es una tendencia mundial pues otros países como España, México y Estados Unidos ya establecieron como obligatorio el acceso a desfibriladores en los lugares abiertos al público. En años recientes se han presentado en todo el mundo numerosos casos de demandas interpuestas por familiares de personas fallecidas a causas de paros cardiacos en contra de gobiernos y aerolíneas que no contaban con desfibriladores cuando se presentó el paro cardiaco.

Se ha planteado a nivel mundial la importancia de la capacitación del personal para manejar desfibriladores, entre mayor cantidad de personas capacitadas en el uso de desfibriladores habrá más posibilidades de salvar vidas cuando se presenten accidentes. La capacitación para el uso del desfibrilador requiere de un entrenamiento mínimo, sin embargo, el uso del mismo tiene una probabilidad muy alta de salvar la vida del paciente; incluso ha llegado a compararse la importancia de contar con un desfibrilador con la de un extintor para casos de incendios.

Una de las propuestas para la capacitación en uso de desfibriladores es que esta se imparta en los colegios para extender el entrenamiento a una mayor cantidad de personas.

En el caso de Uruguay, en virtud a sus leyes, las instituciones obligadas a contar con un desfibrilador son aquellas que exploten o administren espacios públicos o privados en los que exista afluencia de público como edificios públicos, hoteles, lugares de trabajo en los que circulen diariamente 1,000 personas o más y que se ubiquen en regiones asistidas por sistemas de emergencia médica avanzada. Si dichas instituciones no contaran con sistemas de emergencia médica avanzada, deberán contar con un desfibrilador si diariamente circulan al menos 200 personas en sus instalaciones. Del mismo modo, los medios de transporte público con capacidad de 80 personas y las unidades de patrulla caminera deben contar con desfibriladores.

La legislación uruguaya establece que toda institución pública o privada como escuelas o lugares de trabajo debe capacitar al menos al 50% del personal en Resucitación Cardiaca Básica RCP, además de la obligación de contar con desfibriladores en sus instalaciones.

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